El juego es una actividad connatural al ser humano, y por ello es modeladora del
crecimiento y desarrollo de las habilidades sociales.
Conlleva su desarrollo distinta evolución, desde el juego solitario de los bebes, al más
estructurado en compañía, o al de la socialización y competencia, juegos de equipo y
competición.
Por lo tanto deberemos decir que el juego es una actividad lúdica, divertida, social y
educadora connatural al ser humano y potenciadora de su crecimiento.
Hay otro tipo de juegos, que igualmente son para la mayoría de la población,
actividades lúdicas y socializantes, pero que para otros se convierten en su
dependencia. Hablamos de los juegos de azar. Desafortunadamente en nuestro idioma,
no hay como en el inglés, expresiones o palabras que delimiten las distintas acepciones
de la palabra juego- puede ser juegos infantiles, amorosos, sexuales, juegos de palabras
o de azar, etc- pero en nuestro caso nos vamos a referir en exclusiva a juegos de azar o
gambling que implican una apuesta y la incertidumbre de ganar o perder o de poder
variar el destino que se llega a vivir como insufrible y se confía que un golpe de suerte
lo cambie a nuestro gusto, de ahí que en el jugador se den distorsiones en la percepción,
en la cognición y atribución haciendo que de alguna manera se sienta omnipotente y con
capacidad de variar por el azar su suerte, de ahí que se reitere la conducta de juego hasta
llegar a convertirse en adicto del mismo.
Estas serían las características más definitorias del juego de azar.
Por esta misma incertidumbre de ganar o perder así como por la falsa ilusión de control
sobre el juego es por lo que muchas personas llegan a engancharse y de ahí generan su
adicción al juego de azar o ludopatía que es de lo que hablamos.
Siendo esto así hay personas a las que el juego les genera innumerables problemas,
personales, familiares o sociolaborales, debido a su relación abusiva y dependiente con
el mismo.
Estas personas son a las que denominamos ludópatas, que son aquellas que han
generado una relación inadecuada y reduccionista con el juego de azar y que a pesar de
los problemas que les causa la reiteración de la conducta de juego son incapaces de
evitarla.
Esta última referencia de que “ A pesar de los problemas que les genera la reiteración
del juego en los diversos ámbitos de su vida, personal, familiar, relacional o de trabajo,
son incapaces de evitarla” y con esta definición entramos en el verdadero meollo del
abuso del juego de azar, que es que se convierte en adicción con la aflicción que
conlleva para uno mismo y para los demás .
Ciertamente la sociedad va cambiando su visión del abuso de jugar para entenderlo
como una dependencia, que socava todo lo que de importante existía en la persona
así como trastoca toda la escala de valores. Se va alejando la visión moralista de
entender la ludopatía como un vicio y que quien abusaba del juego era porque no quería
dejar de jugar y no le importaba el daño que pudiera hacer a su entorno.
Nada más alejado de la realidad, el ludópata no puede contener el impulso de jugar y
más en las épocas o momentos más estresantes o de ansiedad, se culpabiliza y pena por
el daño que está haciendo en su entorno, pero la necesidad de estar bien y de no sentir
el displacer, hace que reitere la conducta de juego, retroalimentándose mutuamente,
estoy mal, agobiado, necesito estar bien y juego, me culpabilizo, me angustio, vuelvo a
jugar y así hasta que alguien le para.
CUAL ES EL PROBLEMA?
A partir de esta premisa deberemos considerar cuál es realmente el problema de la
ludopatía y para ello estableceremos varias consideraciones que a su vez definirán la
dirección y modelo terapéutico a seguir.
El problema de la persona que abusa del juego es el propio juego? o bien el juego no es
sino una solución? Mala, pero solución y que el verdadero problema de quien juega, no
es otro que él mismo y lo que no resuelve en si mismo y con el juego logra escapar y
huir del conflicto generado, aunque la propia conducta de juego propicie la aparición de
nuevos problemas añadidos a los que uno evitaba enfrentarse, que seguirán sin
resolverse y que a la vez precipitarán al ludópata a persistir en el juego, generando una
espiral de angustia y miedo que se ha de compensar jugando y que nuevamente generará
nuevos conflictos y nuevo juego. Esta es la génesis de la ludopatía.
Desde esta perspectiva queda claro que el “juego no es el problema” y es la base del
modelo terapéutico de Azajer. El juego sólo es un síntoma y el verdadero problema es lo
que lleva a uno a jugar y que nosotros definimos como un déficit de personalidad en el
individuo dadas unas condiciones previas.
FINALIDAD
De esta forma Azajer no se conforma con resolver los síntomas sino que trabaja por
resolver las causas que llevan a descontrolar el juego.
Como se podrá apreciar el trabajo y tratamiento es más amplio y complejo dado que el
ludópata ha de lograr una Reestructuración Personal unida a la propia que ha de
realizar el grupo familiar afectado por la ludopatía del dependiente- No se entendería un
tratamiento que no contemplará la reestructuración personal de todos los afectados y
más si consideramos el papel relevante de la familia en el Mantenimiento de la
ludopatía .
No hemos de descuidar la atención de los ludópatas aquejados de varías patologías o
multimorbilidad, alcohol, juego, drogas dado que ya resulta muy difícil de encontrar
ludópatas puros, pues lo más frecuente es que junto a la ludopatía aparezcan otras
dependencias y requieran de tratamientos integrados adhoc, que nos permita tratar tanto
los trastornos psíquicos generados, la somatización de los síntomas y los trastornos
sociales asociados, al igual que los que se producen por la ludopatía.
Algunos retos a futuro
La ludopatía, la comorbilidad y las adicciones generadas por el abuso de las NT (nuevas
tecnologías) van a determinar las líneas de intervención en el futuro. Móviles, chat,
apuestas en red, casinos online que es lo que se ha dado en llamar netgambling será el
caballo de batalla en nuestra actividad a futuro.